Tres sillas de anea
Ellas valían para todo: Para cuidar a los hermanos devueltos del campo de concentración o de la guerra, hacerse cargo de los pares sueltos dejados por los bombardeos (una niña de cinco años) y arreglarse y ponerse guapas para ir al baile y buscar un novio que las ayudara a salir adelante. Un florero, decían ellas con cierta amargura, porque todo lo difícil lo hacían y resolvían ellas, pero ir del brazo de un hombre proporcionaba un sello de garantía tan grande…
Tres sillas de anea premio de narrativa Juan Pablo Forner de Mérida, cuenta la historia de cuatro mujeres jóvenes en la posguerra española.